lunes, 1 de noviembre de 2010

La espera

Son las 9 de la noche. Han pasado 3 horas desde que se supone que empezaría la cita. Yo llegué media hora tarde, pero eso es comprensible... solo media hora, nada más; en cambio, 3 horas es un abuso, una exageración del defeto de la impuntualidad, una violación a la paciencia ajena, un descaro, un tremendo descaro.