lunes, 1 de noviembre de 2010

La espera

Son las 9 de la noche. Han pasado 3 horas desde que se supone que empezaría la cita. Yo llegué media hora tarde, pero eso es comprensible... solo media hora, nada más; en cambio, 3 horas es un abuso, una exageración del defeto de la impuntualidad, una violación a la paciencia ajena, un descaro, un tremendo descaro.

Lima no es una ciudad cálida, en esta parte de la ciudad, un cuerpo sin chompa se congela en dos minutos. Y yo estoy aquí 3 horas, bueno, 2:30 horas, 2:30 putas horas en las que me pelo de frío frente a un hostal, y al puto huevón ese no se le ocurre aparecer. Y en esta patética soledad programada, me preguntó, ¿para qué insistió tanto en que me compre un celular? ¿para qué insistió tanto en que la cita sea un día como hoy? ¿por qué quizo que sea en este hotel, porqué aquí? un hotel con nombre de prostibulo... de buena pinta, debo aceptar, lujoso, caro..., pero en este momento, sin él, es un puto lugarcillo de sexo... todo me llega. 
¡¡¡Quemen el mundo!!! 
Me sigo muriendo de frío y el huevón ese no llega. No llama. No manda señales de humo. No manda un señal telepática que me diga que está cerca, que llegará, que me ansía tener cerca como yo a él. Carajo, estoy tan lleno de ira que me metería al hotel y lo quemaría todo por tener nombre de prostíbulo: "Hotel Melodía". Sí, así se llama esta casucha amarillenta, de 5 estrellas, dicen... no sé, yo solo sé que necesito pelearme con alguien ... no pienso pasarmela frente a este lugar ni un minuto más, si tenía algo preparado que se joda, si no es capaz de contestar el celular, o de al menos prenderlo.. yo no seré capáz de esperarlo donde me dijo. Me voy al hotel, y me acostaré con el mesero que venga a tocar la puerta. Joder, ojala eso calme mi rabia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

vaya, esa rabia por esperar, la situasion incomoda, soportarlo xq algien llegara alli pero too tiene el limite, me gusta eso siempre ay una luz q se opaca en esa oscuridad de las palabras. neko-kun