Cansado

Las palabras se rompen,
se desbordan
al intentar ponerles más significados
y se deforman
haciéndose inentendibles.


Los colores se agitan,
explotan,
se mezclan y se van.
No hay maticez que me expliquen.

Los sonidos se vuelven torpes,
se estrellan,
se corrompen
y finalmente se callan,
rindiéndose ante algo.

No hay aromas.
No hay sabores.
No hay texturas.

Nada se parece.
Nada transmite lo que me tortura,
lo que sucede aquí,
en mi cerebro,
en mi mente,
en mi alma
que ya duele,
que vive muerta, inanimada…

Y es que hay algo
que en mis neuronas se tropieza,
que respiro, tibio y mortal;
que mi lengua no admite,
porque su sabor no entiende,
porque se enreda y sangra.

Es algo que mata,
pero sin dejarme adormecido ante el dolor.
Que se siente como ausencia,
como exceso,
como si te quitaran cruelmente aquello que más amas,
pero sin la sensación de haberlo tenido jamás;
o como saber los misterios de la vida
y descubrir que son muerte

No sé…
es tan solo que…
a veces me cansa vivir.